Unas 1.500 familias de Colcha K y Llica, en Potosí (frontera con Chile), fortalecieron su producción orientada a sustentar su consumo interno y sentar la soberanía fronteriza de Bolivia. Después de las olas de frío y sequía que afectaron el altiplano potosino, el 2009 y 2010, el gobierno boliviano a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Embajada de Italia iniciaron un proyecto de varios componentes para restablecer la producción agrícola y mejorar las condiciones de vida en la región con la dotación de semillas, asistencia técnica y construcción de infraestructura para la protección de ganado.
Entre los objetivos prioritarios del Gobierno, están el de otorgar las condiciones necesarias de vida para los pobladores que habitan en las fronteras de Bolivia y en ese sentido; el desarrollo agropecuario para el repoblamiento ganadero es el objetivo, explicó el Viceministro de Desarrollo Rural Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez.
El proyecto busca contribuir al desarrollo sostenible de Bolivia a través del refuerzo en el manejo del riesgo climático, con la finalidad de reducir la vulnerabilidad de la población local y mantener la seguridad alimentaria. Este manejo del riesgo, implica una administración racional de la variabilidad en la producción para mitigar el riesgo, el fortalecimiento de capacidades productivas y el establecimiento de sistemas de alerta temprana en los municipios de las zonas, recurrentemente afectadas por las sequías y heladas.
Componentes
El proyecto dotó de semillas para la reactivación productiva de alimentos estratégicos de consumo tradicional en la zona y la producción de forrajes (haba, quinua, papa, cebada, avena y pasto llorón).
Para la sanidad animal se logró la atención inmediata a la población ganadera afectada, logrando la desparasitación de 20.853 llamas y 178 perros (vectores en la transmisión de parásitos). También se implementaron botiquines comunitarios de uso veterinario y se capacitó a los productores en su uso. Finalmente, para el fortalecimiento de la condición corporal de los animales, se administraron y distribuyeron sales minerales.
Como acción preventiva clave para la gestión integral del riesgo, el proyecto incluyó la construcción de cobertizos para abrigar a los animales del intenso frío, se distribuyeron herramientas de apoyo para la cosecha de forrajes, se distribuyeron maquinas enfardadoras de forrajes y se capacitó de forma intensiva en su uso.
En ese marco, “El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria (INIAF)", dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, inició los trabajos de intercambio de conocimientos en conservación de forrajes y producción agrícola para darle continuidad al proyecto que se implementó de forma interinstitucional, dijo la autoridad del MDRyT.
El proyecto realizado en el Altiplano Sur, forma parte de la atención a los desastres de 2009-2010, cuando las fuertes heladas y sequías destruyeron la producción agrícola. En ese sentido FAO gestionó un financiamiento por 1 millón de euros de parte del Gobierno Italiano a requerimiento del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Ministerio de Defensa, quienes, a través de la Unidad de Contingencia Rural, dependiente del Viceministerio de Desarrollo Rural, implementaron el proyecto conjuntamente la Agencia Internacional y los actores locales.
Enlace : http://www.iniaf.gob.bo/index.php?option=com_content&view=article&id=158:1500-familias-se-benefician&catid=41:registro-noticias&Itemid=50
Entre los objetivos prioritarios del Gobierno, están el de otorgar las condiciones necesarias de vida para los pobladores que habitan en las fronteras de Bolivia y en ese sentido; el desarrollo agropecuario para el repoblamiento ganadero es el objetivo, explicó el Viceministro de Desarrollo Rural Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez.
El proyecto busca contribuir al desarrollo sostenible de Bolivia a través del refuerzo en el manejo del riesgo climático, con la finalidad de reducir la vulnerabilidad de la población local y mantener la seguridad alimentaria. Este manejo del riesgo, implica una administración racional de la variabilidad en la producción para mitigar el riesgo, el fortalecimiento de capacidades productivas y el establecimiento de sistemas de alerta temprana en los municipios de las zonas, recurrentemente afectadas por las sequías y heladas.
Componentes
El proyecto dotó de semillas para la reactivación productiva de alimentos estratégicos de consumo tradicional en la zona y la producción de forrajes (haba, quinua, papa, cebada, avena y pasto llorón).
Para la sanidad animal se logró la atención inmediata a la población ganadera afectada, logrando la desparasitación de 20.853 llamas y 178 perros (vectores en la transmisión de parásitos). También se implementaron botiquines comunitarios de uso veterinario y se capacitó a los productores en su uso. Finalmente, para el fortalecimiento de la condición corporal de los animales, se administraron y distribuyeron sales minerales.
Como acción preventiva clave para la gestión integral del riesgo, el proyecto incluyó la construcción de cobertizos para abrigar a los animales del intenso frío, se distribuyeron herramientas de apoyo para la cosecha de forrajes, se distribuyeron maquinas enfardadoras de forrajes y se capacitó de forma intensiva en su uso.
En ese marco, “El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria (INIAF)", dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, inició los trabajos de intercambio de conocimientos en conservación de forrajes y producción agrícola para darle continuidad al proyecto que se implementó de forma interinstitucional, dijo la autoridad del MDRyT.
El proyecto realizado en el Altiplano Sur, forma parte de la atención a los desastres de 2009-2010, cuando las fuertes heladas y sequías destruyeron la producción agrícola. En ese sentido FAO gestionó un financiamiento por 1 millón de euros de parte del Gobierno Italiano a requerimiento del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Ministerio de Defensa, quienes, a través de la Unidad de Contingencia Rural, dependiente del Viceministerio de Desarrollo Rural, implementaron el proyecto conjuntamente la Agencia Internacional y los actores locales.
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