martes, 7 de junio de 2011

Bolivia tiene un gran potencial Acuícola



El pasado jueves, en el municipio de Buena Vista, ubicado a 100 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, el Ministerio de Desarrollo Rural y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) desarrollaron el segundo taller internacional de expertos en acuicultura en América Latina. Hasta esa localidad llegó Alejandro Flores Navas, Oficial de Pesca y Acuicultura de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la FAO, y también es representante de la FAO Argentina. El zootecnista participó del evento y habló sobre la actividad en la región, el crecimiento que se ha conseguido y las perspectivas de expansión para Bolivia.

Flores tiene alrededor de 20 años de trayectoria y es una palabra oficial en el tema acuícola y pesca. Conoce las características del país y sabe sobre las posibilidades de expandir el sector y mejorar en la productividad.

Manifestó que la FAO apoyó en la elaboración del anteproyecto de ley para el sector y dijo que lo que se busca es establecer un trabajo conjunto y coordinado entre los países de la región para definir una agenda común que fomente y promueva las acciones que apoyen el desarrollo de la acuicultura de recursos limitados.
"Todavía hay mucho trabajo por hacer, conocer la fortalezas y debilidades", señaló.

¿Cuál es la situación de la acuicultura y pesca en Latinoamérica?
A.F.: A nivel global, es la actividad de más rápido crecimiento. Tiene un promedio de crecimiento del 8 por ciento por año en el mundo, esto se ha sostenido durante tres décadas. América Latina es la región con más rápido crecimiento a nivel mundial. Es muy superior a otras actividades zootécnicas y en la región su crecimiento supera el 21 por ciento anual, en promedio. Obviamente hay países con tasa de crecimiento mayor.

América Latina contribuye con casi el 3,5 por ciento de la producción global de la acuicultura y los principales productores de la región son Chile, Brasil, México y Ecuador.

¿Qué acciones se están realizando para incentivar el consumo y la producción en la región?
A.F.: Hay una preocupación del Gobierno boliviano que ha pedido asistencia técnica a la FAO. El Gobierno está con mucho impulso al sector acuícola. Hace poco se formuló con la asistencia de la FAO, el anteproyecto de Ley de Pesca y Acuicultura. También se cuenta con una estrategia nacional para el desarrollo y todo eso promovido por el Gobierno, que tiene la preocupación de impulsar el sector con más financiamiento.

¿Qué dificultades tienen los productores para el desarrollo de la actividad en Latinoamérica?
A.F.: Aquí se tienen que dividir en dos aspectos importantes. La acuicultura industrializada es la que ha crecido mucho más con tecnología, alta inversión, como para el cultivo del salmón, de trucha, de camarón y de tilapia, que son un grupo de peces de origen africano, con sistemas intensivos de producción. Y luego tenemos un segmento de productores denominamos de recursos limitados y son los que requieren de mayor atención por parte de los gobiernos y la FAO.

En cuanto a los problemas de este sector, hemos identificado que estos productores carecen de la tecnología adecuada.
Por su condición de pobreza no tiene acceso a créditos financieros, eso le impide tener acceso a mercados, sus costos de producción son altos porque el alimento balanceado para la acuicultura se lleva casi el 60 por ciento de los costos de producción, está fuera de su alcance. Esos son los principales problemas que enfrentan los productores y ahí es donde estamos tratando de incidir de diversas maneras, obviamente tratando de apoyar a los países miembros de acuerdo a sus propias prioridades y sus políticas públicas.

En Bolivia el consumo per cápita es de 2 kilos por persona, ¿qué se puede hacer para elevar esa cifra?
A.F.: En principio hay una brecha entre oferta de producto y la demanda actual. Desde la perspectiva de la salud y la dieta para los bolivianos sería muy importante incrementar el consumo de pescado. Y desde la perspectiva de la producción, creo que la demanda actual requiere un incremento en la productividad y una expansión de la actividad en el país para sustituir esas importaciones. Porque al final de cuenta esa brecha se cubre con importaciones.

Lo que se está haciendo es que a partir de esa estrategia nacional que se formuló entre el Gobierno y la FAO, se defina cuáles han sido los problemas que está enfrentando el sector para crecer. Hay que tratar de incentivar y capacitar a los productores, empezar a contar con fuentes alternativas de alimento y alimentación para sus peces.

Hay que tener una fuerza de extensionismo capacitada. Acompañar a los productores en sus procesos de producción.
Creo que la actividad en algunas zonas de Bolivia es importante. Lo que hay que hacer es ordenar ese crecimiento y tratar de que esos pequeños productores se organicen para tener acceso a crédito a través de economía de escala y acceso de insumos de producción a mejor precio.

¿Cuál es el potencial que tiene Bolivia y la importancia para la FAO?
A.F.: Creo que el potencial del país es muy importante para incrementar la actividad tanto pesquera como acuícola.
Además, las condiciones del país permiten identificar una expansión importante en el contexto regional. Las condiciones creo que están dadas, climáticamente, en tierras, hay un ambiente propicio para el desarrollo de la actividad y sobre todo un mercado que crece y eso de alguna manera mueve a los productores.

La acuicultura y la pesca siguen y seguirán siendo un elemento muy importante para la seguridad alimentaria. Esos dos kilos de consumo reflejan un promedio, pero hay zonas como Beni, o las zonas aledañas al lago Titicaca que tienen un consumo superior que en zonas altiplánicas que no son aledañas a los sistemas hidrológicos.

Sin embargo, hay asimetrías pero definitivamente reflejan un alto potencial en el país para incrementar tanto la producción acuícola, pesquera y por supuesto incrementar el consumo per cápita.

Respecto a las conclusiones, ¿cuáles son las conclusiones por teléfono?
A.F.: Creo que tenemos que ver cómo identificar aquellos factores que están limitando el desarrollo de los microproductores de recursos limitados. Hay otras cuestiones interesantes como el acceso a insumos de producción.
Por otra parte, los alimentos balanceados para la acuicultura dependen de la disponibilidad y los precios de varios commodities como la soya y harina de pescado.

El desarrollo de las asociaciones de productores también se ha identificado como un área para atender las buenas prácticas acuícolas que incluyen mejor tecnología, mejor manejo.

Otra limitación es que conoce el procesamiento y la conservación de su producto. Por su puesto necesitan un marco institucional, en muchos no existía. Además, se considera que no hay políticas públicas. Sin embargo, el potencial boliviano es importante y desde todos lados deben impulsar el apoyo y financiamiento.

La acuicultura industrializada es la que más ha crecido. Además, los productores por su condición de pobreza no pudieron continuar por el elevado costo de los insumos y porque no son sujeto de créditos en la banca'.

Hay que tratar de incentivar y capacitar a los productores y empezar a buscar fuentes alternativas de alimentos para los peces. Hay una gran brecha que se debe eliminar'.

Las piscigranjas modelos en el norte
LA FAO Y EL MINISTERIO DE DESARROLLO RURAL ESTÁN DESARROLLANDO ESE PROYECTO. EN EL FUTURO SE LOGRARÁ TRABAJAR CON 9 GRANJAS EN TODO EL PAÍS.
300 Mil toneladas de pescado es la producción de Brasil, Colombia tiene 90 mil.
7 Mil toneladas de pescado es la oferta y lo que el país demanda es 15 mil toneladas.

Enlace : http://www.eldia.com.bo/index.php?c=&articulo=Bolivia-tiene-un-gran-potencial-Acuicola&cat=357&pla=3&id_articulo=64772

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