Para la población, las temporadas de conflictividad por las que atraviesa el país afectan mucho a la economía y repercuten en el precio de los alimentos.
Es el resultado de la más reciente encuesta de Ipsos para Página Siete. El estudio, efectuado durante el mes de octubre, indica que el 74% de los consultados considera que las movilizaciones afectan “mucho” a su bolsillo. El 22% cree que poco, y tres de cada 100 consultados creen que los conflictos no perjudican en nada a la economía familiar.
Fueron entrevistadas 837 personas en las principales capitales del eje troncal: La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto.
En el mes pasado se registraron dos movilizaciones importantes. La marcha en defensa del proceso de cambio del 12 de octubre y la movilización en defensa del Parque Nacional Isiboro Sécure que partió el 15 de agosto de Trinidad y que arribó a La Paz 65 días después.
La represión a la caminata indígena, el 25 de septiembre, despertó una ola de movilizaciones de repudio a la acción policial en todo el país. En La Paz, por ejemplo, se masificó una vigilia de solidaridad y la Central Obrera Boliviana declaró dos paros. El 26 y el 28 de septiembre se produjeron marchas que colapsaron la sede de Gobierno.
En Cochabamba y Santa Cruz también se produjeron movilizaciones similares en menor medida. La Paz fue, una vez más, el epicentro de la conflictividad en el país. En el mes de octubre, además, se realizaron las elecciones de altas autoridades del Órgano Judicial.
Sin embargo es la capital valluna la que mayores reparos tiene ante la conflictividad. Un 80% de los cochabambinos cree que las movilizaciones afectan “mucho” a su economía. Piensa lo mismo el 76% de los paceños, el 72% de los cruceños y 70 de cada 100 pobladores de la urbe alteña.
En todo el eje troncal, más de la mitad (52%) de los entrevistados señalaron que episodios como los registrados entre agosto y octubre repercuten directamente en el precio de los alimentos.
Un 41% de la población que participó del estudio afirmó que los conflictos sociales afectan a los ingresos de las familias y un 34% cree que las movilizaciones paralizan las actividades económicas en todo el país.
Apenas dos de cada cien entrevistados opinan que la conflictividad no tiene ninguna consecuencia en la economía.
El año 2011 tuvo dos periodos marcados de movilizaciones. La reciente marcha en defensa del TIPNIS y la protesta protagonizada por la COB, maestros y trabajadores de la Caja Nacional de Salud por salarios en abril.
41 por ciento de la población cree que los conflictos afectan en los ingresos de las familias.
La encuesta revela que 63% de la población pide políticas de diálogo para frenar conflictos.
Punto de vista
Julio Alvarado Analista económicoLa convulsión social que vive la sociedad boliviana naturalmente crea inseguridad y temores. Estos síntomas repercuten directamente en los factores económicos.Esto está relacionado con los altos índices de pobreza que tiene el país. Eso genera un panorama de mayor inseguridad. Ahora, lamentablemente vemos que el aparato productivo del país se viene reduciendo. Ahora compramos más alimentos y combustibles y eso genera que tengamos un panorama de mayor inseguridad.
La convulsión social está directamente relacionada con este panorama pues se pierden fuentes de trabajo y eso multiplica el efecto. Lógicamente hay que considerar que las marchas y bloqueos también perjudican el flujo normal de los bienes y servicios.
Punto de vista
Julio Alvarado Analista económicoLa convulsión social que vive la sociedad boliviana naturalmente crea inseguridad y temores. Estos síntomas repercuten directamente en los factores económicos.Esto está relacionado con los altos índices de pobreza que tiene el país. Eso genera un panorama de mayor inseguridad. Ahora, lamentablemente vemos que el aparato productivo del país se viene reduciendo. Ahora compramos más alimentos y combustibles y eso genera que tengamos un panorama de mayor inseguridad.
La convulsión social está directamente relacionada con este panorama pues se pierden fuentes de trabajo y eso multiplica el efecto. Lógicamente hay que considerar que las marchas y bloqueos también perjudican el flujo normal de los bienes y servicios.
Población pide más diálogo
El 63% de la población de las principales capitales del eje troncal del país considera que una de las opciones para evitar las consecuencias económicas de la conflictividad es una política de diálogo promovida por el Gobierno con los sectores movilizados.
La encuesta de Ipsos revela, además, que un 54% cree que se debe evitar los paros y los bloqueos y un 47% pide un llamado a la pacificación definitiva.
Ficha técnica
Encuesta El estudio de opinión fue realizado por la empresa encuestadora Ipsos Apoyo. Fueron entrevistadas 837 personas durante las primeras dos semanas de octubre.
Lugar La encuesta se realizó en las principales capitales del eje troncal: La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba.
Universo Los entrevistados eran ciudadanos mayores de 18 años, de ambos sexos y pertenecientes a todos los niveles socioeconómicos. La selección muestral fue estratificada por zonas. 421 fueron mujeres, 416 hombres.
Margen El diseño y tamaño muestral permiten realizar estimaciones en los resultados totales con un margen de error de 3,39%. La confiabilidad de la encuesta es del 95%.
Método Se realizaron entrevistas directas con un cuestionario abierto.
Enlace : http://www.paginasiete.bo/2011-11-13/Economia/NoticiaPrincipal/08-datasiete-001-1113.aspx
Es el resultado de la más reciente encuesta de Ipsos para Página Siete. El estudio, efectuado durante el mes de octubre, indica que el 74% de los consultados considera que las movilizaciones afectan “mucho” a su bolsillo. El 22% cree que poco, y tres de cada 100 consultados creen que los conflictos no perjudican en nada a la economía familiar.
Fueron entrevistadas 837 personas en las principales capitales del eje troncal: La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto.
En el mes pasado se registraron dos movilizaciones importantes. La marcha en defensa del proceso de cambio del 12 de octubre y la movilización en defensa del Parque Nacional Isiboro Sécure que partió el 15 de agosto de Trinidad y que arribó a La Paz 65 días después.
La represión a la caminata indígena, el 25 de septiembre, despertó una ola de movilizaciones de repudio a la acción policial en todo el país. En La Paz, por ejemplo, se masificó una vigilia de solidaridad y la Central Obrera Boliviana declaró dos paros. El 26 y el 28 de septiembre se produjeron marchas que colapsaron la sede de Gobierno.
En Cochabamba y Santa Cruz también se produjeron movilizaciones similares en menor medida. La Paz fue, una vez más, el epicentro de la conflictividad en el país. En el mes de octubre, además, se realizaron las elecciones de altas autoridades del Órgano Judicial.
Sin embargo es la capital valluna la que mayores reparos tiene ante la conflictividad. Un 80% de los cochabambinos cree que las movilizaciones afectan “mucho” a su economía. Piensa lo mismo el 76% de los paceños, el 72% de los cruceños y 70 de cada 100 pobladores de la urbe alteña.
En todo el eje troncal, más de la mitad (52%) de los entrevistados señalaron que episodios como los registrados entre agosto y octubre repercuten directamente en el precio de los alimentos.
Un 41% de la población que participó del estudio afirmó que los conflictos sociales afectan a los ingresos de las familias y un 34% cree que las movilizaciones paralizan las actividades económicas en todo el país.
Apenas dos de cada cien entrevistados opinan que la conflictividad no tiene ninguna consecuencia en la economía.
El año 2011 tuvo dos periodos marcados de movilizaciones. La reciente marcha en defensa del TIPNIS y la protesta protagonizada por la COB, maestros y trabajadores de la Caja Nacional de Salud por salarios en abril.
41 por ciento de la población cree que los conflictos afectan en los ingresos de las familias.
La encuesta revela que 63% de la población pide políticas de diálogo para frenar conflictos.
Punto de vista
Julio Alvarado Analista económicoLa convulsión social que vive la sociedad boliviana naturalmente crea inseguridad y temores. Estos síntomas repercuten directamente en los factores económicos.Esto está relacionado con los altos índices de pobreza que tiene el país. Eso genera un panorama de mayor inseguridad. Ahora, lamentablemente vemos que el aparato productivo del país se viene reduciendo. Ahora compramos más alimentos y combustibles y eso genera que tengamos un panorama de mayor inseguridad.
La convulsión social está directamente relacionada con este panorama pues se pierden fuentes de trabajo y eso multiplica el efecto. Lógicamente hay que considerar que las marchas y bloqueos también perjudican el flujo normal de los bienes y servicios.
Punto de vista
Julio Alvarado Analista económicoLa convulsión social que vive la sociedad boliviana naturalmente crea inseguridad y temores. Estos síntomas repercuten directamente en los factores económicos.Esto está relacionado con los altos índices de pobreza que tiene el país. Eso genera un panorama de mayor inseguridad. Ahora, lamentablemente vemos que el aparato productivo del país se viene reduciendo. Ahora compramos más alimentos y combustibles y eso genera que tengamos un panorama de mayor inseguridad.
La convulsión social está directamente relacionada con este panorama pues se pierden fuentes de trabajo y eso multiplica el efecto. Lógicamente hay que considerar que las marchas y bloqueos también perjudican el flujo normal de los bienes y servicios.
Población pide más diálogo
El 63% de la población de las principales capitales del eje troncal del país considera que una de las opciones para evitar las consecuencias económicas de la conflictividad es una política de diálogo promovida por el Gobierno con los sectores movilizados.
La encuesta de Ipsos revela, además, que un 54% cree que se debe evitar los paros y los bloqueos y un 47% pide un llamado a la pacificación definitiva.
Ficha técnica
Encuesta El estudio de opinión fue realizado por la empresa encuestadora Ipsos Apoyo. Fueron entrevistadas 837 personas durante las primeras dos semanas de octubre.
Lugar La encuesta se realizó en las principales capitales del eje troncal: La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba.
Universo Los entrevistados eran ciudadanos mayores de 18 años, de ambos sexos y pertenecientes a todos los niveles socioeconómicos. La selección muestral fue estratificada por zonas. 421 fueron mujeres, 416 hombres.
Margen El diseño y tamaño muestral permiten realizar estimaciones en los resultados totales con un margen de error de 3,39%. La confiabilidad de la encuesta es del 95%.
Método Se realizaron entrevistas directas con un cuestionario abierto.
Enlace : http://www.paginasiete.bo/2011-11-13/Economia/NoticiaPrincipal/08-datasiete-001-1113.aspx
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