La representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa, recomendó, sin embargo, impulsar políticas que garanticen empleo "bien remunerado" y preserven los derechos laborales.
Sugirió una revisión del modelo económico y la superación de la dependencia excesiva en sectores como minería e hidrocarburos, generadores limitados de empleos.
Yasukawa indicó que la empresa privada tiene una responsabilidad mayor en la tarea de crear empleos.
Datos de la ONU mostraron que la extrema pobreza en Bolivia se redujo en los últimos seis años de 38 a 26 por ciento en las zonas urbanas, mientras que en las áreas rurales cayó de más del 60 a menos del 50 por ciento.
Ambos índices se encuentran, sin embargo, muy por encima del promedio latinoamericano del 13 por ciento.
Yasukawa manifestó que estos resultados fueron posibles gracias a los bonos sociales como la Renta Dignidad, Juancito Pinto y Juana Azurduy, aunque también reflejaron el crecimiento económico.
La coordinadora residente de la ONU en Bolivia reconoció, además, la importancia de los bonos sociales del gobierno para la reducción de la pobreza en el país.
"Aunque no se ha hecho un estudio específico para evaluar la incidencia de los bonos en esta reducción, es razonable suponer que los bonos sí han incidido, tanto en la pobreza moderada como en la pobreza extrema en particular, y en particular en la áreas rurales", dijo.
La representante de la ONU mencionó que, según una encuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia, los bonos son "altamente" apreciados por la población, que los considera un logro destacado del gobierno de Morales.
Además, la funcionaria saludó la entrega del bono Juancito Pinto, 200 bolivianos, unos 30 dólares, de apoyo a los niños del primero al sexto grado de primaria y del primero y segundo de secundaria.
"Sabemos que se está reduciendo la deserción, e internacionalmente este tipo de bonos sí se ha demostrado que ayuda a la retención de los niños y niñas en la escuela, pero también es razonable suponer que es un apoyo a la permanencia en la escuela", aseveró.
De 2005 a 2010, en Bolivia 500.000 personas dejaron de ser pobres, pero 2,7 millones permanecen bajo el umbral de la pobreza, según un último reporte de la situación social del país.
El informe denominado "El camino hacia el desarrollo en Bolivia" fue presentado la pasada semana por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE).
Según el estudio, en ese quinquenio, el número de pobres moderados en el país (personas que no logran ingresos para tener una canasta básica de alimentos y otros gastos) disminuyó de 5,7 a 5,2 millones de personas, unos 500.000 habitantes.
En el caso de la extrema pobreza (personas sin ingresos para comprar una canasta alimentaria), en el mismo periodo de años, el nivel se redujo de 38,2 a 26,1 por ciento, lo que equivale a 2,7 millones de personas.
La extrema pobreza es más alta en el área rural del país. En 2010 se registró un índice de 48,1 por ciento, mientras que la pobreza extrema en el ámbito urbano llegó a 14,8 por ciento, cerca del promedio registrado en el continente.
Enlace : http://www.jornadanet.com/n.php?a=73711-1
Sugirió una revisión del modelo económico y la superación de la dependencia excesiva en sectores como minería e hidrocarburos, generadores limitados de empleos.
Yasukawa indicó que la empresa privada tiene una responsabilidad mayor en la tarea de crear empleos.
Datos de la ONU mostraron que la extrema pobreza en Bolivia se redujo en los últimos seis años de 38 a 26 por ciento en las zonas urbanas, mientras que en las áreas rurales cayó de más del 60 a menos del 50 por ciento.
Ambos índices se encuentran, sin embargo, muy por encima del promedio latinoamericano del 13 por ciento.
Yasukawa manifestó que estos resultados fueron posibles gracias a los bonos sociales como la Renta Dignidad, Juancito Pinto y Juana Azurduy, aunque también reflejaron el crecimiento económico.
La coordinadora residente de la ONU en Bolivia reconoció, además, la importancia de los bonos sociales del gobierno para la reducción de la pobreza en el país.
"Aunque no se ha hecho un estudio específico para evaluar la incidencia de los bonos en esta reducción, es razonable suponer que los bonos sí han incidido, tanto en la pobreza moderada como en la pobreza extrema en particular, y en particular en la áreas rurales", dijo.
La representante de la ONU mencionó que, según una encuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia, los bonos son "altamente" apreciados por la población, que los considera un logro destacado del gobierno de Morales.
Además, la funcionaria saludó la entrega del bono Juancito Pinto, 200 bolivianos, unos 30 dólares, de apoyo a los niños del primero al sexto grado de primaria y del primero y segundo de secundaria.
"Sabemos que se está reduciendo la deserción, e internacionalmente este tipo de bonos sí se ha demostrado que ayuda a la retención de los niños y niñas en la escuela, pero también es razonable suponer que es un apoyo a la permanencia en la escuela", aseveró.
De 2005 a 2010, en Bolivia 500.000 personas dejaron de ser pobres, pero 2,7 millones permanecen bajo el umbral de la pobreza, según un último reporte de la situación social del país.
El informe denominado "El camino hacia el desarrollo en Bolivia" fue presentado la pasada semana por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE).
Según el estudio, en ese quinquenio, el número de pobres moderados en el país (personas que no logran ingresos para tener una canasta básica de alimentos y otros gastos) disminuyó de 5,7 a 5,2 millones de personas, unos 500.000 habitantes.
En el caso de la extrema pobreza (personas sin ingresos para comprar una canasta alimentaria), en el mismo periodo de años, el nivel se redujo de 38,2 a 26,1 por ciento, lo que equivale a 2,7 millones de personas.
La extrema pobreza es más alta en el área rural del país. En 2010 se registró un índice de 48,1 por ciento, mientras que la pobreza extrema en el ámbito urbano llegó a 14,8 por ciento, cerca del promedio registrado en el continente.
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