El incremento de la productividad asociada al ahorro sustancial en materias primas y la protección de la salud humana, son destacadas como una nueva forma de comercio, de la que participa al menos una decena de empresas bolivianas. Bajo la filosofía del incremento en la productividad de los procesos, ahorros sustanciales en materias primas, reducción en los costos de tratamiento, reducción en costos de disposición de residuos, protección de la salud humana, mejor imagen de la empresa en la comunidad, y total cumplimiento con requerimientos normativos, especialistas de Tierramérica distinguen al hostal Chalalán, El Ceibo y Ametex. En la Amazonía boliviana, concretamente en San José de Uchupiamonas, el ecoturismo tiene cara indígena y los comunarios han encontrado una vena económica más rica que el petróleo y con casi ninguna contaminación.A orillas del Chalalán, el hostal ecológico del mismo nombre, permite que cada año más de mil turistas puedan disfrutar del millar de especies de aves, unas 6.000 plantas, 300 clases de mamíferos y al menos 200 especies de anfibios. Una de las características de este lugar de descanso son las cabañas de bambú y palma, que fueron promovidas a partir de los años 90 como una fuente alternativa para cien familias de la región que se dedicaban a la cacería y a cortar árboles. La empresa turística distribuye equitativamente las acciones entre las familias locales y las instituciones, pero este proyecto no es el único en el que se privilegia una nueva forma de concebir la producción: reduciendo los contaminantes, ahorrando recursos y reciclando insumos y materiales. En la cooperativa de cacao orgánico El Ceibo, la variedad de productos que ofrece son cultivados sólo con la intervención de la mano humana, agua y tierra. En esta entidad, se creó el Programa de Implementación de Agroecología y Forestería (PIAF), para cuidar el medio ambiente. El programa tiene el objetivo evitar la degradación del suelo y asegurar la alta calidad biológica de la materia prima. También promueve valores como ser el respeto por la vida, la equidad, solidaridad y el apoyo al colega como algo fundamental para desarrollar el potencial de los productores. La cooperativa exporta 500 toneladas de cacao orgánico y productos, como dulces cubiertos de chocolate y barras energéticas, a Alemania, Nueva Zelanda, Suiza y Japón. Las familias involucradas en El Ceibo están a cargo de la producción sostenible, comenzando con la plantación y continuando con la cosecha, la fermentación, el secado y la entrega a la cooperativa, incluyendo la poda y el control de pestes.
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