
El alcalde ya solicitó que las autoridades departamentales acudan al municipio a inspeccionar los daños, para luego proceder a la correspondiente ayuda.
“Estamos solicitando maquinaria para abrir las mazamorras, porque no solamente los terrenos han sido afectados, sino también los caminos. Casi todos los días está lloviendo, pero basta en 10 a 20 minutos para dañar totalmente los plantines”, narró preocupado el alcalde Quispe.
Añadió que las familias están solicitando defensivos para evitar otras inundaciones, además de pedir el dragado de los terrenos y herramientas para sacar la tierra de las parcelas en las que “entró” la mazamorra.
“Ya es en dos oportunidades que nos pasa este fenómeno. Primero nos azotó en diciembre y otro recién nos ha pasado este fin de semana. Toda la gente está en alerta ahora ante cualquier fenómeno”, señaló el alcalde.
El municipio de Lurivay se encuentra a 180 kilómetros de la sede de gobierno; su principal actividad económica es la producción de durazno y uva, de gran demanda en los mercados de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
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