viernes, 31 de agosto de 2012

Los agricultores del Illimani siembran en otros pisos ecológicos

La coordinadora de la investigación, la ingeniera en Recursos Hídricos Paola Pacheco, señaló que a partir del año 2007, cuando se empezó a notar la variable extra en cuanto a la garantía en el acceso al agua debido a la variabilidad climática y al cambio climático, Agua Sustentable empezó a trabajar en las microcuencas de Choquekota del municipio Palca, que son alimentadas por el glaciar del Mururata y, posteriormente en 2009, en la microcuenca de Sajhuaya.

"Se decidió trabajar en la cuenca Sajhuaya del Illimani, no sólo porque este nevado es muy simbólico para el mundo andino y los citadinos de La Paz, sino porque el retroceso de sus glaciares es cada vez más acelerado. En los últimos 30 años hubo un retroceso de glaciares entre un 15 al 20 por ciento (%), entonces era importante ver cómo esto estaba afectando la vida de las comunidades", señaló.

Pacheco dijo que debido al aumento de temperatura, los agricultores de la cuenca Sajhuaya se animaron a cultivar productos agrícolas como el durazno en gradientes cada vez más altos, y sembrar otros cultivos como lechuga y demás hortalizas donde antes solo había papa. La diferencia altitudinal de la cuenca hace posible distintas ecoregiones como la altoandina y la puna húmeda, que oscilan entre los 3.700 metros sobre el nivel del mar (msnm) y 4.800 msnm.

"De cierta manera es una ventaja para los cultivos, pero la desventaja está en la presencia de plagas, como los gusanos de maíz que antes no habían, por lo que comenzaron a usar más plaguicidas. Se trató de adaptar algo de producción orgánica, pero hay más plagas", afirma.

En una relación de costos, ingresos y beneficio por cultivo de papa con y sin plaguicidas, se concluyó que los agricultores que emplean plaguicidas invierten 16.970 bolivianos en una siembra, poco más de 2.000 bolivianos que aquellos que no la utilizan, y al momento de recibir ingresos por la venta del producto, perciben 22.070 bolivianos en relación a 24.430 bolivianos que reciben los orgánicos.

La adaptación de las comunidades a la producción agrícola en pisos ecológicos cada vez más altos, ha provocado el cultivo intensivo, y por tanto, el uso de cantidades mayores de agua para riego, lo que podría llevar mediano plazo, a una degradación de suelos.

Los derechos de agua en la microcuenca del río Sajhuaya están destinados a dos usos principales: uso agropecuario y doméstico, gestionados por autoridades de los sindicatos agrarios, comunales y los ayllus.

Las pérdidas de bosque y bofedales también fueron importantes. Se estima que la superficie de bosque perdida se convirtió en suelo desnudo y rocoso, mientras que el área de bofedales se convirtió en zonas de cultivo y suelo desnudo.
http://www.jornadanet.com/n.php?s=Economia

No hay comentarios: