domingo, 28 de septiembre de 2008

Ofensiva transgénica contra la desnutrición


En una jugada saludada por unos y mirada con desconfianza por otros, la gigante biotecnológica Monsanto anunció que renunciará a sus derechos de patente sobre una variedad de arroz genéticamente modificado, para ayudar en la lucha contra la ceguera y la desnutrición en el mundo.La compañía indicó que dará licencias sin cargo para la producción de "arroz dorado" y otras variedades del cereal enriquecidas con pro-vitamina A.
La secuencia del genoma del arroz está disponible.El arroz dorado contiene beta-carotina, un precursor de la vitamina A.Se estima que la falta de vitamina A provoca anualmente la muerte de un millón de menores y 300.000 casos de ceguera.Según Naciones Unidas, más de 100 millones de niños padecen de deficiencia de vitamina A y uno de cada cuatro menores mueren en las regiones donde el problema existe. Secretos reveladosMonsanto realizó el anuncio durante un simposio de biotecnología agrícola en la India.La empresa anunció además que abrió una página en la red internet (http://www.rice-research.org) en la que revela la secuencia genética del arroz que produce, para los investigadores en todo el mundo.
Plantaciones de arroz.Según el gigante biotecnológico, la iniciativa responde al interés de la compañía en el desarrollo de la investigación global en el mundo de la agricultura y el logro del bien común.CautelaSin embargo, las organizaciones defensoras del medio ambiente respondieron con cautela a la iniciativa de Monsanto.
El grupo británico Amigos de la Tierra, por ejemplo, saludó modestamente el plan de la compañía."Es un buen paso, sin embargo debemos mirar atentamente la letra pequeña", dijo Adrián Bebb, de Amigos de la Tierra.Según Bebb, Monsanto -que ahora pertenece totalmente a la internacional Pharmacia- es una gran corporación que tiene que dar dinero a sus accionistas y hay que estar atentos a que esta acción no se trate de una estrategia de relaciones públicas para lograr la aceptación de los productos genéticamente modificados.Los grupos ambientalistas advierten sobre los riesgos en la utilización de productos genéticamente modificados y critican vehemente la explotación comercial de los mismos.Campaña seria Sin embargo, el vocero de Monsanto, Tony Coombes, negó que esta acción responda a una campaña de relaciones públicas y afirmóque la iniciativa es seria.En marzo de 1999, Monsanto se unió a la Sociedad Global para la Vitamina A, que también tiene como miembros a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).El Instituto Internacional para la Investigación del Arroz aplaudió por su parte la decisión de la firma biotecnológica de abrir sus bases de datos.Para el Instituto, se trata de un paso importante que beneficiará tanto a los productores como a los consumidores pobres de arroz.

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