
ALTERNATIVA PRODUCTIVA En los valles de Cochabamba, tres asociaciones de viveristas cultivan 270 mil metros cuadrados de superficie con variedades de productos ornamentales, entre flores, arbustos, árboles, bonsáis, helechos, cactus y especies exóticas
Cochabamba continúa siendo el jardín de Bolivia. Cada mes salen al mercado local y nacional un millón de plantas ornamentales, para adornar y decorar viviendas (interiores y exteriores), jardines, plazas, parques y espacios públicos, de aproximadamente un centenar de viveros existentes en los valles alto, bajo y central de Cochabamba. Sucede que en los diferentes microclimas de las laderas de la cordillera del Tunari y los valles del departamento se instalaron en los últimos seis años algo más de 90 viveros que utilizan aproximadamente 270 mil metros cuadrados de superficie para producir plantas ornamentales. Unos 54 mil metros cuadrados (20 por ciento) son cultivos bajo carpa y alrededor de 216 mil metros cuadrados (80 por ciento) a cielo abierto o semi sombra. Más de 800 variedades de plantas, entre flores, arbustos, árboles, bonsáis, helechos, cactus; como las muestras raras y exóticas de orquídeas, bromeleas, anturios, y asaleyas, son cultivadas con esmero por más de 1.800 obreros o “plantacultores”, de los cuales un 75 por ciento son mujeres y un 25 por ciento, varones. “Las mujeres en las áreas de producción y comercialización son indispensables por la destreza de sus manos en el cultivo de pequeños plantines y habilidad natural para acomodar el producto”, comenta muy convencida del rol protagónico femenino en la producción de plantas ornamentales Eliana Soria, presidenta de la Asociación Cochabambina de Viveristas (Acovi). La preparación de terrenos, el traslado de la producción y los injertos son labores casi exclusivas de varones. “Junto con los ‘plantacultores’, en cada vivero existe un grupo de comercializadores que se encarga de acomodar toda la producción tanto en los mercados de la ciudad, como del interior. Envían, por ejemplo, a Santa Cruz, con preferencia flores, y a La Paz, plantas para interiores”, explica Victoria Salazar, presienta de la Asociación de Viveristas Eterna Primavera. Asociaciones En el departamento de Cochabamba, las 90 empresas productoras de plantas ornamentales están agremiadas en tres instituciones: la Asociación Cochabambina de Viveristas (Acovi), con 32 afiliados; la Asociación de Viveristas de Cochabamba (Asovi), con nueve asociados, y la Asociación Eterna Primavera, con 49 microempresarios. Los visitantes a cualquier vivero quedan asombrados al contemplar tanta variedad de plantas ornamentales juntas, en las áreas de almácigo, trasplantes, crecimiento y ventas. En casos como de los pinos enanos limón y azul, las coloridas y multiformes orquídeas, los diminutos árboles bonsái y otra plantas exóticas como helechos del trópico, que no deben estar expuestos al sol, requieren de uno hasta 28 años de cuidado antes de comercializarlos al público. Respecto al potencial de las especies de cactus, bonsáis, orquídeas y bromelias, la presidenta de la Asociación Eterna Primavera, Victoria Salazar, informó que cada una de ellas se abre como un inmenso abanico que demuestra la evolución de las plantaciones ornamentales en Cochabamba. La Asociación Eterna Primavera cultiva unas 450 variedades de productos ornamentales en sus viveros, que abarcan una superficie aproximada de 147 mil metros cuadrados.
CURSOS A DISTANCIA POR INTERNET Los interesados en capacitarse en producción de plantas ornamentales pueden hacerlo ingresando a la siguiente dirección en internet: admin@infoagro.com o el teléfono 902117929 de España, para inscribirse en un curso a distancia sobre la materia, su importancia económica, material vegetal, multiplicación de especies, fertilización de cultivos, control climático y otros temas. El curso dura un equivalente a 100 horas presenciales, por 185 euros a ser pagados mediante transferencia bancaria o tarjeta de crédito. PRÁCTICAS CONVENCIONALES Las plantas ornamentales y de follaje crecen mejor a cielo abierto, pero necesitan estar protegidas de fríos excesivos en el invierno, de calor excesivo todo el año y de la lluvia y vientos excesivos. Las prácticas tradicionales para proteger a las plantas de los cambios estacionales son: bajo plásticos en invierno; a cielo abierto en primavera y verano; y bajo mallas que proyecten sombra en el verano. Cada una de estas prácticas tiene sus ventajas y sus desventajas, según el viverista Carlos Terceros. LAS FACULTADES NO DESARROLLAN CONTENIDOS SOBRE EL TEMA Viveristas por herencia familiar “La mayoría de los productores de plantas ornamentales son viveristas por herencia familiar o autodidactas, toda vez que aprendieron el oficio con la práctica cotidiana, hasta que se convirtieron en mano de obra especializada e indispensable”, dice Eliana Soria, gerente propietaria del Vivero 4 Estaciones, que a la altura del kilómetro 8 de la carretera a Sacaba, dos cuadras al norte, cultiva unas 700 variedades de plantas ornamentales en un vivero de aproximadamente 10 mil metros cuadrados de superficie. Soria observó que los viveristas están marginados de toda formación académica, debido a que las facultades de agronomía de las universidades públicas o privadas no desarrollan contenidos sobre cultivos ornamentales, a diferencia de otros países donde existe gente especializada en el rubro. “Considerando que el principal objetivo de Acovi es consolidar la producción de plantas ornamentales, recurrimos a profesionales y técnicos que visitan la ciudad para que nos capaciten en mejorar nuestros conocimientos sobre preparación de suelos, uso adecuado de insumos, fertilizantes e insecticidas y otras técnicas”, explicó. Los viveristas agremiados en Acovi llevan seis años de intensa actividad productiva, cuentan con 96 mil metros cuadrados de superficie cultivada y proporcionan alrededor de 640 fuentes de trabajo directas en sus 32 microempresas. Análisis “El rubro nació como una respuesta a la falta de empleo” Uno de los rubros agrícolas más representativos de Cochabamba es la producción de plantas en viveros. Nuestros valles por sus condiciones climáticas de temperatura e iluminación permiten, sin grandes inversiones en infraestructura, su crecimiento, para ofrecer al público cochabambino y boliviano una gran diversidad de especies para decorar los espacios interiores y exteriores de sus viviendas o instituciones públicas o privadas. Primero que nada, debemos hacer la diferencia entre los productores de flor de corte como rosas, claveles y otros, y los que producen plantas ornamentales bajo carpa y a cielo abierto. Los viveristas que se dedican a productos ornamentales producen una variedad de flores para exteriores, anuales, perennes, arbustos, plantas para interiores, helechos, cactus, bonsáis y otros. En la región colindante con la Cordillera del Tunari, calculamos que existen entre 80 y 90 emprendimientos económicos que se dedican a este tipo de trabajo. El rubro de los viveristas tuvo su mayor crecimiento en los últimos ocho a 10 años, debido a que surgió como una respuesta objetiva a la falta de empleo. Muchas personas al quedarse sin fuente de trabajo, debido a la crisis económica de principios de ésta década, empezaron a multiplicar algunas plantas y poco a poco fueron consolidando el rubro de los viveristas. Es interesante destacar que la mayor parte de los viveristas en Cochabamba son grupos familiares, en los que trabajan los padres, hijos e incluso abuelos, dándose el caso de no emplear mano de obra o si lo hacen son de ocupaciones eventuales para trabajos específicos. Al correr los años, los hijos se independizan y crean su propio negocio como si fuera una tradicional familiar. Muchos de estos núcleos de producción minimizan sus costos utilizando materiales reciclables, como bolsas de leche y otros productos donde preparan los plantines, a diferencia de los grandes emprendimientos que se abastecen periódicamente de insumos y contratan personal permanente para garantizar la producción y comercialización. Por tratarse de un naciente rubro productivo, requiere que las autoridades de Cochabamba empiecen a tomarlo en cuenta en la planificación del desarrollo departamental. Rafael Moreno Meneces - Especialista en viveros
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