
Es necesario duplicar la producción mundial de alimentos en los próximos 30 años… tenemos una doble tarea: manejar el riesgo que hoy enfrentan millones de personas para quienes asegurar el alimento se ha vuelto una lucha diaria y luego hacer que el aumento en el precio de los alimentos se transforme en una oportunidad para el sector agrícola del mundo en desarrollo y para sus campesinos”.
Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, 6 de junio de 2008
Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, 6 de junio de 2008
Panorama general:
El 75% de los pobres del mundo vive en zonas rurales y la mayoría de ellos se dedica a la agricultura.
Los altos precios de los alimentos y su volatilidad podrían empujar a la pobreza a otros 100 millones de personas.
En el siglo XXI, la agricultura continúa siendo fundamental para el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental, sobre todo en África.
Inversiones: la inversión del Banco Mundial en agricultura y desarrollo rural llegó a los US$2.000 millones en el ejercicio económico de 2008 y se espera que aumente en el ejercicio de 2009.
Las inversiones del Banco Mundial en agricultura y desarrollo sumaron US$2.000 millones (8% del financiamiento total del Banco) en el ejercicio económico de 2008, cifra que representa una caída en relación con los US$3.100 millones del ejercicio de 2007. Esta disminución se debe a retrasos en la programación registrados a julio de 2008 en algunas regiones. El financiamiento aumentó en América Latina y el Caribe de US$247 millones en el ejercicio de 2007 a US$329 millones en el de 2008. El financiamiento del ejercicio de 2009 en agricultura y el sector rural debería superar el nivel del ejercicio de 2008.
Actividades principales del Banco Mundial en materia de agricultura y desarrollo rural en el ejercicio de 2009
Informe sobre el desarrollo mundial 2008: Agricultura para el desarrollo. El Banco Mundial poniendo en práctica los mensajes clave de dicho informe referidos a la necesidad de potenciar la agricultura a fin de:
Reducir la pobreza y promover el crecimiento económico, sobre todo en África;
Disminuir la creciente desigualdad de ingreso entre las zonas rurales y urbanas en países más urbanizados y de ingreso mediano, y
Contribuir a la sostenibilidad ambiental.
El Informe sobre el desarrollo mundial 2008 se ha difundido en más de 40 países. La Plataforma mundial de donantes para el desarrollo rural (GDPRD, por sus siglas en inglés), que consta de 29 organismos donantes dedicados a la agricultura y el desarrollo rural, también está ayudando a promover y difundir los mensajes del Informe relacionados con la necesidad de contar con “más y mejores” inversiones en agricultura para impulsar el desarrollo.
Respuesta a los precios mundiales de los alimentos. El Banco Mundial coordina con las Naciones Unidas su respuesta a la reciente alza de precios de los alimentos. En mayo de 2008, la institución creó un mecanismo de financiamiento rápido en el marco del Programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) que ofrece asesoría técnica y acceso a fondos de hasta US$1.200 millones a países afectados por la crisis. A fines de septiembre, la cantidad total de proyectos en el marco del GFRP -ya sea aprobados por el Directorio o bien encaminadas para ser aprobados por éste- sumaban US$843 millones. Hoy existen operaciones financiadas por el Programa GFRP en 32 países.
Desde abril de 2008, el Banco Mundial aprobó además US$69 millones en financiamiento a través de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) para proyectos que abordaran la crisis de los alimentos, aparte de aquellos tramitados en el marco del GFRP. Para conocer una descripción completa de la respuesta del Banco a esta crisis, consulte la reseña temática sobre la crisis de los precios de los alimentos.
Prioridades estratégicas y programa de trabajo para el ejercicio económico de 2009
Agricultura y cambio climático.El cambio climático afecta en forma desproporcionada a la población rural pobre que depende de la agricultura, ya que genera un riesgo cada vez mayor de pérdida de cosechas, ataque de plagas, sequías, incendios, inundaciones, mortalidad de ganado, desaparición de arrecifes de coral y cambio en la distribución de los recursos pesqueros. El Banco Mundial está realizando estudios estratégicos sobre contribuciones que mitiguen los efectos del cambio climático y faciliten la adaptación a este fenómeno. En tres estudios se examinarán los efectos del cambio climático en la agricultura y la seguridad alimentaria, los esfuerzos de adaptación al cambio climático en las esferas de la agricultura y los recursos naturales, y la adaptación comparada entre distintos sistemas agrícolas y zonas.
La deforestación genera aproximadamente el 20% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Por este motivo, el trabajo del Banco Mundial con los países para evitar este proceso reviste especial importancia. La institución respalda una alianza con varias organizaciones de la sociedad civil a fin de impulsar mecanismos innovadores que permitirán la participación real y equitativa de las comunidades rurales en los mercados emergentes de Pago por servicios ambientales (PES, por sus siglas en inglés). Además, en un próximo estudio se analizará y evaluará la viabilidad de los biocombustibles a base de celulosa.
Política agrícola y rural. Las políticas nacionales e internacionales influyen en la capacidad de los países pobres para usar el potencial de la agricultura en estimular el crecimiento y la reducción de la pobreza.
Gasto público en agricultura. El Banco colabora con el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DfID, por sus siglas en inglés) en la tarea de examinar el gasto del sector público en agricultura; en ese marco, elaborará estudios de casos y capacitará a profesionales del sector para mejorar su capacidad de análisis y brindar asesoramiento sobre políticas de gasto en agricultura.
Promover el comercio equitativo en el sector agrícola. Las exportaciones agrícolas provenientes de los países en desarrollo disminuyeron en los últimos dos decenios, en parte debido a la protección y las subvenciones agrícolas existentes tanto en los países ricos como en los pobres. El Banco continúa analizando y promoviendo la reforma del comercio de productos agrícolas en todo el mundo. Ha concluido una obra de dos volúmenes titulada Reforming Agricultural Trade for Developing Countries (Reforma del comercio de productos agrícolas en los países en desarrollo) y está pronto a publicar un estudio sobre la relación entre comercio, pobreza y medio ambiente (en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza).
Producción agrícola. Los cambios observados en el sector agrícola están impulsados por la modificación de los patrones de demanda de los consumidores, un mayor conocimiento y la aplicación de tecnologías de reciente aparición en respuesta a las nuevas oportunidades y amenazas.
Apoyo a la innovación. El Banco ha estado apoyando un enfoque de sistemas innovadores para aumentar la productividad agrícola. En particular, el Banco se centró en identificar políticas que incentiven la innovación y faciliten la creación de instancias de múltiples actores que permitan a los agricultores pobres adoptar tecnologías y vincularse con oportunidades de mercado. La labor relativa a sistemas de innovación agrícola también ha estado íntimamente ligada a la educación terciaria en África.
En asociación con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Banco compiló un libro de consulta sobre Género en la agricultura a fin de abordar la dimensión de la equidad de género en el crecimiento agrícola. Este extenso estudio, diseñado para aportar información a profesionales y autoridades encargadas de tomar decisiones, se presentará durante las Reuniones anuales de octubre de 2008. A modo de seguimiento del IDM 2008, el Banco inició una evaluación de su trabajo en biotecnología agrícola. Además, la institución prepara un trabajo de diagnóstico sobre acuicultura sostenible, el subsector de alimentos que más rápido crece en el mundo. El estudio se centra en la necesidad de difundir conocimientos sobre prácticas de acuicultura a favor de los pobres y buen gobierno acuícola para abordar los problemas medioambientales.
Gestión de la amenaza incipiente de zoonosis. La ganadería es uno de los sectores de más rápido crecimiento entre las actividades agrícolas de los países en desarrollo. La producción de carne, proceso liderado por un aumento del 7% anual en la producción avícola, se ha duplicado durante los últimos 15 años. No obstante, este crecimiento tiene repercusiones para el medio ambiente y la salud humana. El Banco está ejecutando programas en el marco del Programa mundial contra la gripe aviar (GPAI, por sus siglas en inglés). Por otra parte, en asociación con la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se preparó una publicación titulada Mejorando el Control de la Gripe Aviar Altamente Patogénica a través de la Compensación: Temas y Buenas Prácticas. El Banco y la OIE están realizando estudios sobre la gestión de las externalidades en el sector ganadero, la relación entre ganadería y reducción de la pobreza y el financiamiento de las pérdidas de animales producidas por epizootias en los países en desarrollo y economías en transición. En respuesta a una solicitud de la Conferencia Ministerial sobre Gripe Aviar y otras Pandemias, el Banco y la Oficina del Coordinador Superior del Sistema de las Naciones Unidas para las gripes aviar y humana (UNSIC, por sus siglas en inglés), en conjunto con los organismos técnicos (OMS, FAO, UNICEF y OIE), crearon una estrategia denominada One World One Health: Global Strategy for Managing Risks of Infectious Diseases at the Animal-Human Ecosystems Interface (Un mundo - una salud: Estrategia mundial para manejar los riesgos de enfermedades infecciosas en la interfaz del ecosistema animal y humano ). Esta estrategia se presentará en la próxima Conferencia Ministerial sobre la epidemia de la gripe aviar que se realizará en Egipto los días 24 a 26 de octubre de 2008.
Agua para la agricultura. El sector agrícola es el responsable de casi el 80% del consumo mundial de agua. Para obtener más “cultivos y valor por gota”, el Banco ha retomado su participación activa en inversiones que apuntan a los aspectos normativos, técnicos y de gestión del agua destinada a usos agrícolas. La gestión del agua para el sector agrícola es una prioridad en el Plan de Acción para África. Las inversiones que permiten empoderar a los grupos de usuarios locales y promover asociaciones entre los sectores público y privado son cruciales para mejorar el desempeño en este subsector.Agricultura y mercados rurales. Aspectos como mejor acceso a servicios financieros, mercados de insumos y productos más eficientes y mayor participación en cadenas de valor más atractivas continúan representando un desafío para la mayoría de los agricultores de los países en desarrollo.
Tenencia de la tierra. Desde hace tiempo se reconoce que la seguridad en la tenencia de la tierra es una precondición fundamental para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. El crecimiento demográfico y la rápida urbanización y, ahora último, el aumento en el precio de los alimentos y la demanda de biocombustibles, incrementan fuertemente la competencia por la tierra. A fin de garantizar que estas tendencias no generen conflictos, el Banco, en colaboración con sus socios (FAO, instituciones de la ONU, organismos bilaterales, redes académicas y de la sociedad civil), apoya el diseño y la aplicación de reformas normativas e institucionales a nivel de países con el fin de aumentar la seguridad en la tenencia de la tierra y la documentación de los derechos sobre ella, mejorar el acceso a la tierra a través de mecanismos de mercado y otros y garantizar el uso adecuado del suelo. La institución también propicia el intercambio de experiencias entre países y regiones a fin de ayudar a los países a aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías (TI, detección remota y gobierno electrónico) para mejorar el buen gobierno en el sector de las tierras.
Clima para la inversión en el sector rural. Las empresas rurales no agrícolas, que dependen de un buen acceso a factores de producción, mercados dinámicos así como entornos propicios, son un complemento de las empresas agrícolas, la otra fuerza motriz del crecimiento rural. Utilizando metodologías creadas y probadas experimentalmente en nueve países durante los últimos cuatro años, el Programa de trabajo del Banco sobre clima de inversión en el sector rural se extenderá ahora a otras cuatro naciones. Éste tendrá un costo menor por iniciativa, se enfocará más en los vínculos con la agricultura y sus lazos con diálogos sobre políticas y apoyo de los donantes a las zonas rurales serán más estrechos.
Servicios financieros para el sector rural. Éstos son esenciales para desarrollar la economía rural y ayudar a los pobres de estas zonas a acumular activos que les permitan disminuir su vulnerabilidad a las crisis. El Banco explora formas de brindar una amplia gama de servicios financieros a los habitantes pobres de estas zonas, tema que se aborda en las recientes publicaciones del Banco: Meeting Development Challenges: Renewed Approaches to Rural Areas y Providing Financial Services in Rural Areas: A Fresh Look at Financial Cooperatives (Enfrentar los desafíos del desarrollo: Nuevos enfoques para las zonas rurales” y “Proporcionar servicios financieros en zonas rurales: Una mirada renovada a las cooperativas financieras”). En otros estudios se están examinando cuestiones financieras relacionadas con las actividades de riego y drenaje y la agricultura en términos más generales, además de analizar los resultados sociales del financiamiento de proyectos rurales. El Banco también lanzó una nueva iniciativa centrada en entregar financiamiento a la agricultura. En este ámbito, algunos aspectos críticos son la gestión del riesgo crediticio para las instituciones financieras, incluido el uso de productos de seguro y las operaciones de cobertura cambiaria.
Gestión del riesgo asociado a los productos básicos. Las estrategias de mercado de gestión del riesgo agrícola pueden ayudar a los campesinos, a las instituciones del sector privado y a los gobiernos de los países en desarrollo a mitigar los riesgos asociados con el precio de los productos básicos y las crisis causadas por condiciones meteorológicas extremas. El Banco apoya una segunda ronda de evaluaciones con carácter experimental, estudios de viabilidad y evaluaciones de instrumentos de mercado de gestión del riesgo en América Central (en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo), países del Caribe, Tailandia, Bangladesh, Indonesia (con IFC) y Malawi, Burkina Faso, Marruecos y Kenya.
Ayudar a los agricultores a acceder a los mercados. El Banco continúa realizando trabajo analítico, programas de financiamiento y alianzas destinadas a mejorar el acceso a los mercados de insumos y productos, con mayor énfasis en el mejoramiento de las cadenas de valor y de oferta, adición de valor, gestión de riesgos y la mejor manera de encarar las nuevas normas públicas y privadas para productos agroalimentarios.En reconocimiento de la importancia de los temas de sanidad en los alimentos y la agricultura tanto en mercados nacionales como extranjeros, el actual programa completará y se sustentará en una serie de planes de acción sanitarios y fitosanitarios, apoyará el aprendizaje electrónico y otras instancias de capacitación dentro y fuera del Banco, estimulará a la comunidad de práctica que forma parte de la red de profesionales en el campo de las normas de comercio y mantendrá la alianza con la Organización Mundial del Comercio (OMC) respecto del mecanismo de formulación de normas y desarrollo del comercio. También se crearán y difundirán nuevos productos vinculados con el conocimiento en el área del estudio de la necesidad de actualizar la capacidad de los laboratorios agrícolas nacionales, el análisis del efecto de las regulaciones y la cadena de valor.Agricultura y recursos naturales. La creciente demanda de alimentos, forraje y bioenergía pone a prueba la base cada vez más reducida de recursos forestales, hídricos y de tierras. Con el objetivo de satisfacer estas demandas de recursos naturales y afrontar los desafíos conexos, la labor del Banco se centra en la gestión sostenible de los recursos naturales, incluidas las cuestiones relativas al buen gobierno.
Mejorar la gestión de los recursos naturales. El Banco continúa centrando sus actividades en el buen gobierno y cumplimiento de la legislación forestal (FLEG, por sus siglas en inglés), lo que incluye la creación de herramientas de diagnóstico, reuniones de consulta con los interesados y una obra de próxima aparición titulada Leveraging Forestry for Governance Reform (Promoción de la silvicultura y reforma de la gestión de buen gobierno).
El Banco publicará el informe The Sunken Billions: The Economic Justification for Fisheries Reform durante las Reuniones anuales de 2008. Este extenso estudio define un enfoque basado en los recursos para el buen gobierno de la pesca sostenible para evitar el recorte de unos US$50.000 millones al año en ingresos económicos.
Mejorar las prácticas de gestión. Avanzan las actividades de preparación de una alianza forestal (la Alianza Forestal Mundial), iniciativa conjunta con la FAO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN) destinada a facilitar las asociaciones de actores forestales a nivel de países con el fin de vincular la agenda forestal internacional con las prioridades y demandas locales. El Banco está analizando prácticas recomendadas para la gestión de los recursos naturales y lanzó recientemente dos guías destinadas a ayudar a los profesionales en el área del desarrollo, tituladas Forests Sourcebook: Practical Guidance for Sustaining Forests in Development Cooperation (Libro de consulta sobre silvicultura: Guía práctica para la sostenibilidad de los bosques en el ámbito de la cooperación para el desarrollo) y Managing Land and Landscapes: a Sourcebook (Libro de consulta sobre la ordenación de la tierra y el paisaje). El Programa mundial sobre recursos pesqueros (PROFISH) ayuda a los países a generar consenso en torno a las estrategias del sector pesquero y a integrar dichas estrategias a los marcos nacionales de planificación económica. PROFISH también respalda la preparación de proyectos (actualmente, en África occidental, Perú e India) y la labor relacionada con el análisis de la huella de las flotas pesqueras y con el impacto del cambio climático en la industria pesquera y la consiguiente adaptación de ésta a dicho fenómeno.
El 75% de los pobres del mundo vive en zonas rurales y la mayoría de ellos se dedica a la agricultura.
Los altos precios de los alimentos y su volatilidad podrían empujar a la pobreza a otros 100 millones de personas.
En el siglo XXI, la agricultura continúa siendo fundamental para el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental, sobre todo en África.
Inversiones: la inversión del Banco Mundial en agricultura y desarrollo rural llegó a los US$2.000 millones en el ejercicio económico de 2008 y se espera que aumente en el ejercicio de 2009.
Las inversiones del Banco Mundial en agricultura y desarrollo sumaron US$2.000 millones (8% del financiamiento total del Banco) en el ejercicio económico de 2008, cifra que representa una caída en relación con los US$3.100 millones del ejercicio de 2007. Esta disminución se debe a retrasos en la programación registrados a julio de 2008 en algunas regiones. El financiamiento aumentó en América Latina y el Caribe de US$247 millones en el ejercicio de 2007 a US$329 millones en el de 2008. El financiamiento del ejercicio de 2009 en agricultura y el sector rural debería superar el nivel del ejercicio de 2008.
Actividades principales del Banco Mundial en materia de agricultura y desarrollo rural en el ejercicio de 2009
Informe sobre el desarrollo mundial 2008: Agricultura para el desarrollo. El Banco Mundial poniendo en práctica los mensajes clave de dicho informe referidos a la necesidad de potenciar la agricultura a fin de:
Reducir la pobreza y promover el crecimiento económico, sobre todo en África;
Disminuir la creciente desigualdad de ingreso entre las zonas rurales y urbanas en países más urbanizados y de ingreso mediano, y
Contribuir a la sostenibilidad ambiental.
El Informe sobre el desarrollo mundial 2008 se ha difundido en más de 40 países. La Plataforma mundial de donantes para el desarrollo rural (GDPRD, por sus siglas en inglés), que consta de 29 organismos donantes dedicados a la agricultura y el desarrollo rural, también está ayudando a promover y difundir los mensajes del Informe relacionados con la necesidad de contar con “más y mejores” inversiones en agricultura para impulsar el desarrollo.
Respuesta a los precios mundiales de los alimentos. El Banco Mundial coordina con las Naciones Unidas su respuesta a la reciente alza de precios de los alimentos. En mayo de 2008, la institución creó un mecanismo de financiamiento rápido en el marco del Programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) que ofrece asesoría técnica y acceso a fondos de hasta US$1.200 millones a países afectados por la crisis. A fines de septiembre, la cantidad total de proyectos en el marco del GFRP -ya sea aprobados por el Directorio o bien encaminadas para ser aprobados por éste- sumaban US$843 millones. Hoy existen operaciones financiadas por el Programa GFRP en 32 países.
Desde abril de 2008, el Banco Mundial aprobó además US$69 millones en financiamiento a través de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) para proyectos que abordaran la crisis de los alimentos, aparte de aquellos tramitados en el marco del GFRP. Para conocer una descripción completa de la respuesta del Banco a esta crisis, consulte la reseña temática sobre la crisis de los precios de los alimentos.
Prioridades estratégicas y programa de trabajo para el ejercicio económico de 2009
Agricultura y cambio climático.El cambio climático afecta en forma desproporcionada a la población rural pobre que depende de la agricultura, ya que genera un riesgo cada vez mayor de pérdida de cosechas, ataque de plagas, sequías, incendios, inundaciones, mortalidad de ganado, desaparición de arrecifes de coral y cambio en la distribución de los recursos pesqueros. El Banco Mundial está realizando estudios estratégicos sobre contribuciones que mitiguen los efectos del cambio climático y faciliten la adaptación a este fenómeno. En tres estudios se examinarán los efectos del cambio climático en la agricultura y la seguridad alimentaria, los esfuerzos de adaptación al cambio climático en las esferas de la agricultura y los recursos naturales, y la adaptación comparada entre distintos sistemas agrícolas y zonas.
La deforestación genera aproximadamente el 20% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Por este motivo, el trabajo del Banco Mundial con los países para evitar este proceso reviste especial importancia. La institución respalda una alianza con varias organizaciones de la sociedad civil a fin de impulsar mecanismos innovadores que permitirán la participación real y equitativa de las comunidades rurales en los mercados emergentes de Pago por servicios ambientales (PES, por sus siglas en inglés). Además, en un próximo estudio se analizará y evaluará la viabilidad de los biocombustibles a base de celulosa.
Política agrícola y rural. Las políticas nacionales e internacionales influyen en la capacidad de los países pobres para usar el potencial de la agricultura en estimular el crecimiento y la reducción de la pobreza.
Gasto público en agricultura. El Banco colabora con el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DfID, por sus siglas en inglés) en la tarea de examinar el gasto del sector público en agricultura; en ese marco, elaborará estudios de casos y capacitará a profesionales del sector para mejorar su capacidad de análisis y brindar asesoramiento sobre políticas de gasto en agricultura.
Promover el comercio equitativo en el sector agrícola. Las exportaciones agrícolas provenientes de los países en desarrollo disminuyeron en los últimos dos decenios, en parte debido a la protección y las subvenciones agrícolas existentes tanto en los países ricos como en los pobres. El Banco continúa analizando y promoviendo la reforma del comercio de productos agrícolas en todo el mundo. Ha concluido una obra de dos volúmenes titulada Reforming Agricultural Trade for Developing Countries (Reforma del comercio de productos agrícolas en los países en desarrollo) y está pronto a publicar un estudio sobre la relación entre comercio, pobreza y medio ambiente (en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza).
Producción agrícola. Los cambios observados en el sector agrícola están impulsados por la modificación de los patrones de demanda de los consumidores, un mayor conocimiento y la aplicación de tecnologías de reciente aparición en respuesta a las nuevas oportunidades y amenazas.
Apoyo a la innovación. El Banco ha estado apoyando un enfoque de sistemas innovadores para aumentar la productividad agrícola. En particular, el Banco se centró en identificar políticas que incentiven la innovación y faciliten la creación de instancias de múltiples actores que permitan a los agricultores pobres adoptar tecnologías y vincularse con oportunidades de mercado. La labor relativa a sistemas de innovación agrícola también ha estado íntimamente ligada a la educación terciaria en África.
En asociación con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Banco compiló un libro de consulta sobre Género en la agricultura a fin de abordar la dimensión de la equidad de género en el crecimiento agrícola. Este extenso estudio, diseñado para aportar información a profesionales y autoridades encargadas de tomar decisiones, se presentará durante las Reuniones anuales de octubre de 2008. A modo de seguimiento del IDM 2008, el Banco inició una evaluación de su trabajo en biotecnología agrícola. Además, la institución prepara un trabajo de diagnóstico sobre acuicultura sostenible, el subsector de alimentos que más rápido crece en el mundo. El estudio se centra en la necesidad de difundir conocimientos sobre prácticas de acuicultura a favor de los pobres y buen gobierno acuícola para abordar los problemas medioambientales.
Gestión de la amenaza incipiente de zoonosis. La ganadería es uno de los sectores de más rápido crecimiento entre las actividades agrícolas de los países en desarrollo. La producción de carne, proceso liderado por un aumento del 7% anual en la producción avícola, se ha duplicado durante los últimos 15 años. No obstante, este crecimiento tiene repercusiones para el medio ambiente y la salud humana. El Banco está ejecutando programas en el marco del Programa mundial contra la gripe aviar (GPAI, por sus siglas en inglés). Por otra parte, en asociación con la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se preparó una publicación titulada Mejorando el Control de la Gripe Aviar Altamente Patogénica a través de la Compensación: Temas y Buenas Prácticas. El Banco y la OIE están realizando estudios sobre la gestión de las externalidades en el sector ganadero, la relación entre ganadería y reducción de la pobreza y el financiamiento de las pérdidas de animales producidas por epizootias en los países en desarrollo y economías en transición. En respuesta a una solicitud de la Conferencia Ministerial sobre Gripe Aviar y otras Pandemias, el Banco y la Oficina del Coordinador Superior del Sistema de las Naciones Unidas para las gripes aviar y humana (UNSIC, por sus siglas en inglés), en conjunto con los organismos técnicos (OMS, FAO, UNICEF y OIE), crearon una estrategia denominada One World One Health: Global Strategy for Managing Risks of Infectious Diseases at the Animal-Human Ecosystems Interface (Un mundo - una salud: Estrategia mundial para manejar los riesgos de enfermedades infecciosas en la interfaz del ecosistema animal y humano ). Esta estrategia se presentará en la próxima Conferencia Ministerial sobre la epidemia de la gripe aviar que se realizará en Egipto los días 24 a 26 de octubre de 2008.
Agua para la agricultura. El sector agrícola es el responsable de casi el 80% del consumo mundial de agua. Para obtener más “cultivos y valor por gota”, el Banco ha retomado su participación activa en inversiones que apuntan a los aspectos normativos, técnicos y de gestión del agua destinada a usos agrícolas. La gestión del agua para el sector agrícola es una prioridad en el Plan de Acción para África. Las inversiones que permiten empoderar a los grupos de usuarios locales y promover asociaciones entre los sectores público y privado son cruciales para mejorar el desempeño en este subsector.Agricultura y mercados rurales. Aspectos como mejor acceso a servicios financieros, mercados de insumos y productos más eficientes y mayor participación en cadenas de valor más atractivas continúan representando un desafío para la mayoría de los agricultores de los países en desarrollo.
Tenencia de la tierra. Desde hace tiempo se reconoce que la seguridad en la tenencia de la tierra es una precondición fundamental para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. El crecimiento demográfico y la rápida urbanización y, ahora último, el aumento en el precio de los alimentos y la demanda de biocombustibles, incrementan fuertemente la competencia por la tierra. A fin de garantizar que estas tendencias no generen conflictos, el Banco, en colaboración con sus socios (FAO, instituciones de la ONU, organismos bilaterales, redes académicas y de la sociedad civil), apoya el diseño y la aplicación de reformas normativas e institucionales a nivel de países con el fin de aumentar la seguridad en la tenencia de la tierra y la documentación de los derechos sobre ella, mejorar el acceso a la tierra a través de mecanismos de mercado y otros y garantizar el uso adecuado del suelo. La institución también propicia el intercambio de experiencias entre países y regiones a fin de ayudar a los países a aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías (TI, detección remota y gobierno electrónico) para mejorar el buen gobierno en el sector de las tierras.
Clima para la inversión en el sector rural. Las empresas rurales no agrícolas, que dependen de un buen acceso a factores de producción, mercados dinámicos así como entornos propicios, son un complemento de las empresas agrícolas, la otra fuerza motriz del crecimiento rural. Utilizando metodologías creadas y probadas experimentalmente en nueve países durante los últimos cuatro años, el Programa de trabajo del Banco sobre clima de inversión en el sector rural se extenderá ahora a otras cuatro naciones. Éste tendrá un costo menor por iniciativa, se enfocará más en los vínculos con la agricultura y sus lazos con diálogos sobre políticas y apoyo de los donantes a las zonas rurales serán más estrechos.
Servicios financieros para el sector rural. Éstos son esenciales para desarrollar la economía rural y ayudar a los pobres de estas zonas a acumular activos que les permitan disminuir su vulnerabilidad a las crisis. El Banco explora formas de brindar una amplia gama de servicios financieros a los habitantes pobres de estas zonas, tema que se aborda en las recientes publicaciones del Banco: Meeting Development Challenges: Renewed Approaches to Rural Areas y Providing Financial Services in Rural Areas: A Fresh Look at Financial Cooperatives (Enfrentar los desafíos del desarrollo: Nuevos enfoques para las zonas rurales” y “Proporcionar servicios financieros en zonas rurales: Una mirada renovada a las cooperativas financieras”). En otros estudios se están examinando cuestiones financieras relacionadas con las actividades de riego y drenaje y la agricultura en términos más generales, además de analizar los resultados sociales del financiamiento de proyectos rurales. El Banco también lanzó una nueva iniciativa centrada en entregar financiamiento a la agricultura. En este ámbito, algunos aspectos críticos son la gestión del riesgo crediticio para las instituciones financieras, incluido el uso de productos de seguro y las operaciones de cobertura cambiaria.
Gestión del riesgo asociado a los productos básicos. Las estrategias de mercado de gestión del riesgo agrícola pueden ayudar a los campesinos, a las instituciones del sector privado y a los gobiernos de los países en desarrollo a mitigar los riesgos asociados con el precio de los productos básicos y las crisis causadas por condiciones meteorológicas extremas. El Banco apoya una segunda ronda de evaluaciones con carácter experimental, estudios de viabilidad y evaluaciones de instrumentos de mercado de gestión del riesgo en América Central (en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo), países del Caribe, Tailandia, Bangladesh, Indonesia (con IFC) y Malawi, Burkina Faso, Marruecos y Kenya.
Ayudar a los agricultores a acceder a los mercados. El Banco continúa realizando trabajo analítico, programas de financiamiento y alianzas destinadas a mejorar el acceso a los mercados de insumos y productos, con mayor énfasis en el mejoramiento de las cadenas de valor y de oferta, adición de valor, gestión de riesgos y la mejor manera de encarar las nuevas normas públicas y privadas para productos agroalimentarios.En reconocimiento de la importancia de los temas de sanidad en los alimentos y la agricultura tanto en mercados nacionales como extranjeros, el actual programa completará y se sustentará en una serie de planes de acción sanitarios y fitosanitarios, apoyará el aprendizaje electrónico y otras instancias de capacitación dentro y fuera del Banco, estimulará a la comunidad de práctica que forma parte de la red de profesionales en el campo de las normas de comercio y mantendrá la alianza con la Organización Mundial del Comercio (OMC) respecto del mecanismo de formulación de normas y desarrollo del comercio. También se crearán y difundirán nuevos productos vinculados con el conocimiento en el área del estudio de la necesidad de actualizar la capacidad de los laboratorios agrícolas nacionales, el análisis del efecto de las regulaciones y la cadena de valor.Agricultura y recursos naturales. La creciente demanda de alimentos, forraje y bioenergía pone a prueba la base cada vez más reducida de recursos forestales, hídricos y de tierras. Con el objetivo de satisfacer estas demandas de recursos naturales y afrontar los desafíos conexos, la labor del Banco se centra en la gestión sostenible de los recursos naturales, incluidas las cuestiones relativas al buen gobierno.
Mejorar la gestión de los recursos naturales. El Banco continúa centrando sus actividades en el buen gobierno y cumplimiento de la legislación forestal (FLEG, por sus siglas en inglés), lo que incluye la creación de herramientas de diagnóstico, reuniones de consulta con los interesados y una obra de próxima aparición titulada Leveraging Forestry for Governance Reform (Promoción de la silvicultura y reforma de la gestión de buen gobierno).
El Banco publicará el informe The Sunken Billions: The Economic Justification for Fisheries Reform durante las Reuniones anuales de 2008. Este extenso estudio define un enfoque basado en los recursos para el buen gobierno de la pesca sostenible para evitar el recorte de unos US$50.000 millones al año en ingresos económicos.
Mejorar las prácticas de gestión. Avanzan las actividades de preparación de una alianza forestal (la Alianza Forestal Mundial), iniciativa conjunta con la FAO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN) destinada a facilitar las asociaciones de actores forestales a nivel de países con el fin de vincular la agenda forestal internacional con las prioridades y demandas locales. El Banco está analizando prácticas recomendadas para la gestión de los recursos naturales y lanzó recientemente dos guías destinadas a ayudar a los profesionales en el área del desarrollo, tituladas Forests Sourcebook: Practical Guidance for Sustaining Forests in Development Cooperation (Libro de consulta sobre silvicultura: Guía práctica para la sostenibilidad de los bosques en el ámbito de la cooperación para el desarrollo) y Managing Land and Landscapes: a Sourcebook (Libro de consulta sobre la ordenación de la tierra y el paisaje). El Programa mundial sobre recursos pesqueros (PROFISH) ayuda a los países a generar consenso en torno a las estrategias del sector pesquero y a integrar dichas estrategias a los marcos nacionales de planificación económica. PROFISH también respalda la preparación de proyectos (actualmente, en África occidental, Perú e India) y la labor relacionada con el análisis de la huella de las flotas pesqueras y con el impacto del cambio climático en la industria pesquera y la consiguiente adaptación de ésta a dicho fenómeno.
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