Estas son las conclusiones que surgieron del Foro de Desarrollo Económico, donde se estableció que la nueva CPE, respalda la nueva matriz productiva de Estado, lo que dio inicio a la nacionalización de las empresas que operan en el sector hidrocarburífero, mineras y la creación de empresas, agencias y servicios de desarrollo, para que trabajen en coordinación con el Viceministerio de Desarrollo Productivo.
Con este modelo el Gobierno cerrará filas en la inversión y creación de nuevas empresas, con el fin de manejar los precios de los principales insumos de alimentación y productos de consumo industrial y estratégicos de exportación.
MOMENTO CRÍTICO
Con la experiencia de la comercialización de aceite y arroz en un momento crítico de escasez, según documentación oficial proporcionada por los ministerios del área de producción, se invierten en empresas estratégicas, como Emapa, Lacteosabol y Azurcarbol, empresas abocadas a la recuperación y comercialización de productos alimenticios estratégicos.
Con esta experiencia el Estado tendrá el control de la economía interna con la compra de productos del mercado y la comercialización a precios de subvención y fijados en coordinación con las organizaciones sociales.
Con reuniones de sectores productivos y la organización de los microempresarios, pequeña empresa y mediana, se asegura el mercado interno con pulperías, que manejarán el comercio interno y la distribución de alimentos a la ciudadanía, por intermedio del Estado.
“Sólo el excedente de los productos será destinado a la venta para los países del exterior, que tienen coincidencias programáticas y apertura de mercados, en el marco del Tratado de Libre Comercio de los Pueblos y otros como el mercado de la Unión Europea”, adelantó Marcelo Montenegro, representante del Ministerio de Economía y Finanzas.
RESTRICCIONES
Montenegro, dijo que el Gobierno Central enfrenta una economía anticíclica que frena la desaceleración económica, con la restricción de las exportaciones, la dinamización de la inversión pública, la entrega de bonos y la “bolivianización” de los ahorros, además de la entrega de recursos a la banca e instituciones financieras.
UNIDADES PRODUCTIVAS
Las unidades productivas Pro–Bolivia que registran y evalúan sus demandas y potencialidades, impulsan los procesos de transferencia tecnológica y asistencia técnica. Los casos de Promueve-Bolivia que facilita las exportaciones; Conoce–Bolivia, que tiene como propósito la marcha de un nuevo modelo turístico; e Insumos-Bolivia encargada de la monetización de las donaciones con créditos y precios razonables, “son un ejemplo de este emprendimiento”, según dijo.
MINERÍA
Asimismo, con la inversión del Estado y entidades privadas, se financia la recuperación de la minería en Bolivia, con proyectos y rehabilitación de operaciones en la explotación de minerales y su futura industrialización, en medio de un ambiente incierto para la propiedad privada, que vive bajo la amenaza de los avasallasamientos y la depresión en los mercados internacionales.
Con la inversión de 300 millones por año, en el proyecto de explotación en el yacimiento de El Mutún, por la siderúrgica hindú Jindal, se asegura en el primer quinquenio una inversión de 1.500 millones de dólares, inédito en la historia de Bolivia.
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